En la mayoría de los países los proyectos de negocios se financian con fondos propios y sobre todo las pymes (pequeñas y medianas empresas). Se sobreentiende que el emprendedor debe de tener claro hasta donde quiere crecer y los plazos que exige el inversor para retornar su capital invertido más su ganancia, pero con riesgo moderado. Al inversor generalmente poco le interesa la idea del negocio, debido a que su objetivo es recuperar mucho más de lo invertido y mejor si es en el plazo más corto (generalmente 5 años o menos). Por esta razón, los planes de negocio con lo que se le intente convencer no deben de ser a largo plazo.
Los 6 consejos de expertos españoles, si requiere capital
1. Según el experto Pablo Martín de Holan, director del Área de Gestión Emprendedora del IE Business School, los emprendedores "suelen dirigirse a la categoría equivocada de inversor: (a) empiezan por el banco". Poco tienen que hacer en este tipo de entidades, ya que sus negocios no tienen el potencial de crecimiento que les exigen. (b) A continuación suelen recurrir a las tres F (family, friends and fools, es decir, familia, amigos y locos). (c) Más arriba están los business angels (inversores particulares que tienen un capital que inyectan en diferentes proyectos de su interés; pueden aportar desde 5.000 euros hasta cientos de miles); y, ya en el capítulo de inversores profesionales, (d) el capital riesgo. Otra opción son los (e) inversores corporativos: una empresa (por ejemplo, una farmacéutica) puede interesarse por el proyecto de un emprendedor (como el desarrollo de una molécula para combatir una enfermedad) porque le resulta útil en su proceso productivo. Cada uno de estos inversores busca algo distinto. El familiar no quiere que le devuelvan el préstamo con intereses, pero quiere recuperarlo, mientras que el business angel que aporta 20.000 euros quiere salir ganando, pero no espera lo mismo que el fondo que desembolsa 500.000. De Holan aconseja al emprendedor preguntarse a qué tipo de inversor le interesa (ver enlaces al final del texto).
2. Elaborar un plan de negocio realista...
Alberto Fernández, director de Finaves (un departamento de la escuela de negocios Iese que gestiona fondos de inversores privados que apuestan por proyectos de alumnos y exalumnos), explica: "Deben presentar unas estimaciones de crecimiento atractivas". Pero tan importante como esto es que sean realistas. "Todos los emprendedores afirman que han realizado una estimación conservadora, pero no es así; sus planes siempre son optimistas. Siempre cuesta más conseguir las cosas de lo que se piensa en un principio", añade.
3. ...y elaborado por expertos
Un consejo de José Tomás Moliner, vicepresidente de Ascri (la asociación española de entidades de capital riesgo) y consejero delegado de Inova Capital: deje en manos de profesionales el diseño de su plan de negocio, algo que, según él mismo afirma, sólo hace un 20% de los emprendedores. Se puede encargar a pequeñas compañías dedicadas al asesoramiento en fusiones y adquisiciones. "Nos facilita mucho el trabajo", reconoce Moliner. "El emprendedor está enamorado de su proyecto, por lo que cuando lo presenta ante los inversores se olvida de que lo que está haciendo es acudir a una ventanilla para pedir dinero", dice.
4. Sepa vender su producto
"A menudo les falla la parte comercial", dice el profesor de Iese, Alberto Fernández. "Son magníficos ingenieros o químicos, pero no saben cómo comercializar su producto. Y sin ventas, no hay negocio que salga adelante".
5. Un equipo humano sólido
Rodolfo Carpintier, business angel fundador de Dad (la incubadora de negocios que apostó por Tuenti y en BuyVip cuando nadie las conocía) explica qué valora él: "El hecho de que exista un equipo sólido en torno al emprendedor, ya que ello demuestra que ha sido capaz de convencer a otras personas de la viabilidad del proyecto". Carpintier desaconseja montar negocios entre amigos dividiendo los rendimientos a partes iguales: "Es el principio de la destrucción, porque no todos asumirán las mismas funciones ni se implicarán al mismo nivel; una parte importante debe repartirse en función de la responsabilidad que asuma cada uno".
6. Ofrezca salidas al inversor
También es necesario tener claras las llamadas exit estrategies o estrategias de salida para el inversor. El capital riesgo tiene un plazo de permanencia de unos cinco años. "Saber quién podría, llegado ese momento, comprar tu participación o adquirir la empresa es fundamental", dice Alberto Fernández. Muchos emprendedores olvidan incluir este capítulo en sus planes de negocio. Normalmente, el comprador de la participación de un fondo de capital riesgo es un fondo de mayor tamaño. Si la operación afecta a toda la empresa, el comprador suele ser un competidor o un cliente.
(fuente: elEconomista.es (María Domínguez))