5 fórmulas para sacar partido de la psicología de los inversores que casi siempre dan buen resultado.
Son patrones que se repiten, están avalados por las estadísticas y, por regla general, cuentan con fundamentos lógicos que los explican. Algunos pueden utilizarse para operar y ganar dinero con ellos, otros solo son guías que los inversores deben tener en cuenta. José Luis Cárpatos, analista de Serenetymarkets.com, asegura en los cursos de formación organizados por el Instituto de Técnicas Financieras (ITF) que las pautas estacionales son de gran ayuda y que han contribuido a que un buen número de reputados inversores haya amasado notables fortunas.
Las pautas estacionales no se basan en astrología, ni en cartas del tarot, sino en psicología, pues el mercado está formado por personas. A continuación, se explican cinco patrones de los varios que existen. Cárpatos explica además que su efectividad se multiplica si se combinan.
1. Operar solo el primer día de cada mes es una de las mejores recetas
Es una estrategia operativa que ha dado grandes resultados. Esencialmente, consiste en comprar futuros sobre índices en los últimos compases de la sesión de la última jornada del mes. Cárpatos explica que en
esa sesión suele haber un cierre de posiciones largas que provoca un pequeño desplome en los índices; si así es, las posibilidades de que la pauta se cumpla aumentan. Siguiendo esta fórmula y con un solo futuro del Ibex se habrían ganado 4.733 puntos del índice (cada punto equivale a 10 euros) entre 1997 y 2003, según un estudio realizado por el analista de Serenitymarkets. Como comparación, la ganancia operando el segundo día del mes en lugar del primero se hubiera limitado a 814 puntos. En el S&P 500, la ganancia acumulada entre octubre de 2002 y febrero de 2006 se situaría en el 23,5% frente al 16,1% que se hubiera obtenido.
La explicación de la pauta radicaría en que los bancos cierran parte de sus carteras a finales de mes para abrirlas de nuevo el primer día del mes siguiente.
2. Enero, el oráculo de lo que ocurrirá el resto del año
El primer mes del ejercicio suele ser un buen predictor de lo que ocurrirá el resto del año. Si el índice sube en enero, lo más probable estadísticamente hablando es que termine el ejercicio con avances. Así ocurrió en el Dow Jones entre los años 1950 y 2003, salvo en cuatro ocasiones. La pauta falló en 1966 y 1968, años álgidos de la guerra de Vietnam. Tampoco se cumplió ni en 1982 y ni en 2001. Pero acertó en los 48 años restantes. En el Ibex, de los últimos seis años solo falló en 2009. En enero de ese año, retrocedió un 8,1%, pero cerró el ejercicio con una subida del 29,8%.
El razonamiento lógico estaría en que entidades financieras y fondos de inversión hacen sus apuestas importantes en enero. Pero esto implicaría que los movimientos durante el resto del ejercicio serían mínimos, lo que no se corresponde con la realidad. En todo caso, funciona.
3. De noviembre a abril, el periodo mágico de la Bolsa
El dicho Sell in May and go away, que puede traducirse por vende en mayo y olvídate, es el mejor resumen de cómo funciona esta pauta estacional. Se ha estudiado en los 19 principales mercados del mundo desde enero de 1970 a agosto de 1998. Todos suben mucho más en el periodo de noviembre a abril que de mayo a octubre. La diferencia es abismal, del 10,5% frente al 1,4% en los años estudiados. Y lo más impactante es que el profesor que realizó el estudio comprobó que la serie persiste machaconamente en el tiempo, incluido Reino Unido, desde hace 300 años. ¿Qué razonamiento explica esto? Cárpatos argumenta que la gente tiende a irse de vacaciones tranquila, vende y no tiene que estar pendiente de sus inversiones. Hay además una razón adicional que tiene que ver con la fiscalidad. "La ley en Estados Unidos permite que se ingrese dinero en los fondos de pensiones con cargo al ejercicio fiscal anterior", señala José Luis Cárpatos.
El peor mes es septiembre y no noviembre como suele creerse.
4. Los índices también se alegran de irse de vacaciones
Septiembre es uno de los meses más peligrosos para invertir en Bolsa, precisamente porque es el mes típico de la vuelta de vacaciones. El síndrome posvacacional existe en las personas y tiene su réplica casi exacta en los mercados.
Pero también existe la otra cara de la moneda. Una de las pautas que mejor funcionan en renta variable es la de las jornadas previas a amplios periodos festivos. Un estudio sobre el comportamiento de las Bolsas durante todos los periodos festivos de entre 1897 y 1964 así lo confirmó. El 68% de los días anteriores a las fiestas eran alcistas, 14 puntos porcentuales más que la media de todos los días. En cambio, solo el 50% de los días posteriores a las fiestas eran alcistas, 4 puntos porcentuales por debajo de la media.
La pauta del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving, en inglés) funciona con gran precisión. El analista de Serenitymarkets.com revela que el S&P 500 ha subido en 11 de los últimos 13 años en la semana antes de Acción de Gracias. "El día antes de Acción de Gracias y el día después combinados solo han dado pérdida en nueve de 53 ocasiones", agrega en una clase del curso de trading de Serenitymarkets.com
El comportamiento se repite en otras fechas señaladas. Así, la Bolsa sube en el 69% de los días previos al 4 de julio; en el 74% de la sesiones anteriores a Navidad, y en el 75% de los días previos a Año Nuevo. Tan importante es el efecto previo a las fiestas que Jeremy Siegel demostró tras estudiar la serie del Dow de 1885 a 2001 que el viernes es el día más alcista y el lunes, el peor (véase gráfico).
5. Las elecciones en EE UU, una clave incontestable
La capacidad de operar tomando como referencia esta pauta es mucho más limitada. Pero su funcionamiento es incontestable, al menos en Wall Street, donde se ha realizado el estudio. En los índices de Nueva York el calendario de las elecciones presidenciales de EE UU juega un papel clave. El análisis revela que el mejor presidente para los mercados fue Franklin D. Roosevelt, en su primera legislatura al mando del país, que comenzó en 1933. En los cuatro años desde que tomó el poder, el Dow Jones sumó más de un 200%.
Al margen del color político, el estudio demuestra que los años previos a que se celebren las elecciones son los mejores con diferencia. En las 26 legislaturas analizadas, la ganancia media del año anterior se sitúa en el 12,9%. El año de las elecciones obtiene la medalla de plata con un avance medio del 8,9%. Y el farolillo rojo es para el ejercicio posterior al de las elecciones. El avance se reduce al 3,2% y la mitad de los años, el índice registró números rojos. Entre tanto, solo el 19% de los años con elecciones en el Dow cerró en pérdidas. Cárpatos explica que el año previo a la celebración de elecciones es el de más inversiones y promesas, y la Bolsa así lo recoge.
Aquí pueden leer el texto de una entrevista con José Luis Cárpatos muy interesante.
(fuente: Cincodias.com (P. Martin Simón))
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