(fuente: Eleconomista. es)
A tan sólo un par de manzanas de la New York Stock Exchange, cuna del capitalismo por excelencia, SecondMarket se erige como como la plataforma favorita de las empresas privadas de EEUU para operar sus acciones: cuenta con 45.000 usuarios registrados y en 2010 hubo trasacciones por el valor de 5 mil millones de dólares.
Es aquí, en el duodécimo piso del número 26 de Broadway, donde las codiciadas acciones de Facebook, Twitter y otras startups tecnológicas cambian de mano a diario. Con poco más de seis años de historia, esta alternativa a las bolsas de valores convencionales, fundada por Barry Silbert, pretende dar cobijo a aquellas compañías no interesadas en dejarse devorar por la vorágine de Wall Street.
Son las nueve de la mañana y mientras en Broad Street cientos de traders se preparan impacientes para la primera campanada del día, en SecondMarket el silencio y la calma abundan en su peculiar parqué de inversión. Sin el batín de rigor ni zapatillas de deporte, como suele ser común en el floor de la bolsa neoyorquina, una veintena de personas miran con calma sus pantallas.
Los restos de donuts y una gran pizarra garabateada con un críptico listado de letras alfabéticas
acompañadas de cifras reinan la sala. Ni rastro de las exageradas valuaciones de Facebook o Twitter, que han levantado las alarmas de los reguladores e incluso despertado los temores a una nueva burbuja tecnológica.Una compañía registrada en la SEC
Sin embargo, según explica a este periódico Mark Murphy, director de relaciones institucionales de la compañía "es política de la empresa no ofrecer cifras sobre los contratos que se rubrican a diario". Al fin y al cabo, SecondMarket es una entidad registrada en la Comisión de Mercados y Valores de EEUU (SEC) y otros reguladores como Finra, por lo que revelar esta clase de información podría causarle problemas legales.
No hay que olvidar que otras plataformas similares como SharesPost, que también comercializan acciones de compañías privadas, carecen de este tipo de exigencias algo que, hasta la fecha, ha fomentado la duda sobre la transparencia de este tipo de transacciones.
"Tratamos de ser parte central del proceso de captación de capital", apunta Murphy mientras reconoce que en los últimos tiempos las cosas han cambiado para las compañías que desean salir a bolsa. En la década de los 70, 80 y 90 una empresa tardaba una media de cinco años desde su fundación hasta su salida a bolsa, "ahora pasan entre nueve y once años", asegura.
La lista de obstáculos a sortear es interminable: desde la costosa burocracia impuesta por la ley Sarbanes Oxley, que además responsabiliza criminalmente a los directivos de los fallos contables, hasta el High Frequency Trading (HFT), que ha reducido el tiempo en que el inversor retiene sus acciones en una empresa a una media de dos meses, cuando anteriormente era de cinco años.
"Muchos de los consejeros delegados con los que hablamos antes de lanzar este mercado en abril de 2009 reconocieron no estar preparado para salir a cotizar en bolsa y que si pudieran repetir el proceso no lo harían", señaló Murphy.
El fundador de SecondMarket, Barry Silvert, reconoce que el mercado público "cada vez favorece menos a los inversores". "El coste y los requisitos para salir a cotizar sigue subiendo y es más difícil para las compañías pequeñas ganar la atención de Wall Street", añade.
Algunas cifras sobre Second Market
Second Market, una compañía que se autodefine como una plataforma que "centraliza la oferta y demanda de activos ilíquidos u otras inversiones alternativas", ha sido rentable desde su fundación allá por 2004, cuando ingresó un millón de dólares.
En 2010 registró transacciones por valor de 5.000 millones de dólares y su "mercado más atractivo", el de compraventa de acciones de compañías privadas generó 400 millones de dólares. En los tres últimos años ha pasado de contar con 2.500 usuarios registrados hasta los 45.000 actuales.
Por su parte, Jeremy Smith, director de estrategia de la compañía no duda en manifestar que son otras actividades, como las transacciones realizadas con obligaciones colaterales de deuda o reclamos de bancarrota, las que generan buena parte de los ingresos, eso sí, la compraventa de acciones de empresas privadas es el negocio que más crece en estos momentos.
Desde que Silbert integrase la plataforma tecnológica a la compañía, en 2007, SecondMarket ha elevado sus ventas hasta los 40 millones de dólares anuales. Incluso, reconoce que toda la atención generada por Facebook, "ha repercutido de forma mínima" al crecimiento del resto de negocios.
El efecto Facebook: ¿cómo entrar?
Facebook ha desempeñado un papel esencial en esta aventura. En 2008, SecondMarket recibió la llamada de un antiguo empleado de la red social. Por aquel entonces, SeconMarket se había hecho un nombre como la plataforma perfecta para comercializar con activos restringidos e ilíquidos, como opciones de compra o warrants.
El susodicho mostró su interés por vender las acciones de la red social que tenía en su poder pero, debido a que la compañía de Zuckerberg no cotizaba en bolsa, acudió a SecondMarket ya que, desde su punto de vista, sus participaciones eran ilíquidas.
La plataforma encontró un comprador, culminó la transacción y en el proceso atisbó un nicho importante de negocio. De hecho, este primer cliente animó a otros ex empleados de Facebook a acudir a SecondMarket para conseguir dinero por sus acciones.
Un año más tarde lanzó su modelo de negocio para este mercado. "Servimos como campo de entrenamiento para las compañías que quieren salir a bolsa o aquellas que prefieren recaudar capital y liquidez para sus inversores a un nivel más discreto", dice Murphy. "Ofrecemos las herramientas para crear un mercado, donde la compañía puede decidir quién vende, quién compra, con cuánta frecuencia ocurren estas transacciones y cuanta información financiera quieren proveer" añade.
Para los interesados en comprar acciones de Facebook, Twitter o cualquier otra compañía que opere en la plataforma, bien sea por su voluntad o porque su ex empleados deciden vender acciones, la lista de requisitos es simple pero estricta.
Según la SEC, sólo los inversores acreditados pueden participar de este mercado, es decir, ganar más de 200.000 dólares anuales o contar con un millón de dólares en activos.
Posteriormente SecondMarket procede a comprobar los datos del inversor, hacer un repaso de su historial para corroborar que no ha cometido fraudes o lavado de dinero y que carece de precedentes criminales o terroristas. A partir de entonces, el individuo es libre de intentar hacerse con un pedazo de la red social de Zuckerberg pero, cabe destacar, que la inversión media en Facebook oscila en los dos millones de dólares.
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